Lavandin, lavanda de los campos de Provenza

¿Le gustaría recrear en su casa la onda malva y el perfume embriagador de los campos de lavanda de Valensole? ¡Planta lavandín! Este híbrido natural de lavanda verdadera y lavanda en espiga ya no es sólo para profesionales. Robusta y perfumada, se abre paso en el jardín.

Al igual que otras lavandas, el lavandín es un subarbusto. Con sus tallos ramificados y su baja altura, que no supera los 80 cm, la planta tiene un porte arbustivo y redondeado.

El follaje perenne ha heredado el color verde grisáceo de sus antepasados. Las hojas estrechas y opuestas recuerdan a la lavanda verdadera. Sin embargo, si se observan de cerca, son unos milímetros más anchas.

Las flores púrpuras bilabiadas crecen en espigas ramificadas y puntiagudas. Su fragancia es más fuerte que la de la lavanda verdadera y ligeramente alcanforada, como la de la lavanda espiga y lavanda mariposa.

La planta sólo se reproduce por esquejes. Por eso, en un campo de lavandas, todas o casi todas las plantas son idénticas. No obstante, existen diversas variedades, como el lavandín grosso, que es muy perfumado, el lavandín super, que tiene un aroma picante, y el lavandín abrial.

El lavandín no es tóxico. La planta tiene fama de ser analgésica, antiinflamatoria, calmante y antiséptica. Incluso repele mosquitos y piojos Más prolífica que otras especies, la Lavandula hybrida es la preferida de los agricultores. Una hectárea de lavanda híbrida produce hasta 40 kilos de aceite esencial, frente a los quince kilos de la lavanda verdadera.