Roya: causas, síntomas y tratamientos
Enfermedad causada por microhongos, la roya tiene consecuencias estéticas. Sin embargo, puede debilitar las plantas, frenar su desarrollo y limitar su productividad.
La roya es una enfermedad fúngica, como moniliosis y oídio. El término hace referencia a una familia de enfermedades causadas por hongos parásitos Puccinia spp. que pertenecen al orden Pucciniales.
Toma su nombre del cambio de aspecto que provoca cuando ataca a una planta.
La roya suele afectar a las plantas en una fase avanzada de crecimiento. Ataca las partes aéreas, principalmente las hojas, y en menor medida el tallo y las yemas.
Factores coadyuvantes
Muchas especies de plantas vasculares, incluidas las plantas de interior, se ven afectadas por la roya. Las rosas, los claveles y las caléndulas son las más propensas a verse afectadas. En el huerto, hay que vigilar los espárragos y los guisantes. También hay que vigilar árboles como el abedul y el ciruelo.
La roya de las plantas aparece casi todo el año. La primavera, el verano y el principio del otoño son los periodos de mayor riesgo debido a las condiciones meteorológicas. La humedad y el calor intenso favorecen la aparición de la enfermedad. En el interior, la mala ventilación representa un peligro.
Por último, la contaminación previa es un factor adicional, ya que es posible que no se hayan eliminado todos los agentes patógenos.
Por último, la contaminación previa es un factor adicional, ya que es posible que no se hayan eliminado todos los agentes patógenos.
Cómo funciona
El hongo emite esporas que se extienden por las partes aéreas de las plantas. El viento las transporta hasta el jardín, el salón o el huerto. El viento también facilita la transmisión de una planta a otra.
A veces, un ataque de roya procede de parásitos que han pasado el invierno en el humus, entre los restos vegetales. Cuando llega la primavera, vuelven a propagarse.
Síntomas
La roya de las plantas se observa principalmente en las hojas. La superficie superior de las láminas foliares muestra manchas amarillentas, que pueden volverse naranjas o rojas. En el envés, los tallos o las yemas se forman pústulas blancas o marrones.
El color de las aureolas o necrosis varía según el tipo de roya y la variedad de que se trate.
La enfermedad no mata los cultivos, pero tiene consecuencias estéticas. Una hoja atacada se debilita y acaba cayendo. La planta produce menos flores y frutos, ya que la fotosíntesis se ralentiza.
Tratamiento
Para prevenir la roya y detener su propagación, rocíe el follaje con una decocción de ajo o purín de cola de caballo. No olvide limpiar y desinfectar sus herramientas (tijeras de podar, cizallas) para que no transmitan la enfermedad.
Limite las condiciones que favorecen el desarrollo de la roya. Coloque sus plantas en un ambiente aireado, sin exceso de calor ni de humedad. Riegue preferentemente por la mañana o por la noche, centrándose más en la base que en el follaje.
En la mayoría de los casos se recomienda un tratamiento fungicida (fungicida). La mezcla bordelesa es el remedio más utilizado por los jardineros para combatir la enfermedad de la roya.
En cuanto note la infección, corte y destruya todas las hojas afectadas.