Agave americana, una suculenta picante

En el imaginario colectivo, la palabra "americana" evoca a menudo una visión nostálgica de Estados Unidos, a través de la música de los Lumineers o de películas como Stand by Me. Pero en botánica, Agave americana se refiere a una planta suculenta originaria de México con una roseta de hojas y una floración notable.

Agave americana es una suculenta perenne de porte erguido y extendido. Alcanza una altura de dos metros y una extensión de tres metros.

El Agave americana es efímero. Sólo es visible su roseta de hojas carnosas. Las hojas lanceoladas miden hasta dos metros de largo y 20 centímetros de ancho. Terminan en una punta afilada y curvada. Los márgenes están recubiertos de espinas grises o marrones. El follaje gris verdoso puede adquirir tonos azulados en los ejemplares más viejos. También existen variedades con hojas verdes veteadas de amarillo Agave americana variegata)

Los agaves son plantas monocárpicas, que florecen una sola vez en su vida. El Agave americana no es una excepción. Antes de morir, da lugar a una espiga floral que a veces supera los diez metros de altura. El tallo ramificado lleva varias panículas de flores de color amarillo verdoso.

La planta produce vástagos en su base, lo que le permite multiplicarse. También produce frutos en forma de cápsulas negras. Cuando la cápsula se abre, libera las semillas, que son dispersadas por el viento.

El Agave americana es tóxico. Sus hojas contienen oxalato cálcico, una sustancia peligrosa si se toca o se ingiere. Además, las picaduras pueden ser dolorosas. Mantén a tus mascotas alejadas de tu agave y evita plantarlo en un lugar concurrido