Monstera obliqua, la planta con hojas perforadas

A algunos jardineros les gusta el follaje colorido. A otros les encantan los limbos perforados. Si a usted también le encantan las hojas con más espacio vacío que clorofila, la Monstera obliqua le alegrará el día. Pero tendrá que armarse de paciencia para encontrar una. Esta planta, originaria de los bosques de Panamá y Bolivia, sigue siendo rara en nuestros hogares.

La Monstera obliqua es una planta hemiepífita perenne de porte trepador. Puede alcanzar los dos metros de altura.

Se aferra a su soporte (un árbol o un tutor) por sus raíces aéreas. Éstas suelen crecer al pie de la planta para captar el agua que se evapora del suelo.

Las hojas, de color verde oscuro, miden hasta 20 centímetros de largo y ocho de ancho. Son lanceoladas y estrechas, con una base en forma de cuña. Al igual que en monstera adansonii, las hojas de la parte superior de la planta están perforadas para filtrar la luz. Sin embargo, el follaje de la Monstera obliqua es menos coriáceo y más fenestrado que el de su prima. Algunos limbos están casi totalmente perforados. Sólo quedan los márgenes y las nervaduras

En estado salvaje, la Monstera obliqua florece. Nace una espata de color verde claro. Contiene la espiga floral, un espádice amarillo.

Como otras plantas de la familia de las aráceas, la Monstera obliqua es tóxica. Contiene oxalato de calcio, una sustancia que provoca irritación cutánea al tocarla y problemas digestivos y respiratorios si se ingiere. Mantenga su ejemplar fuera del alcance de los niños y los animales domésticos. Y recuerde utilizar guantes al podar o trasplantar.