Oruga
La oruga es una larva de mariposa. Aunque nos maravillamos con las mariposas, no nos emocionamos ni mucho menos cuando encontramos huevos en nuestras plantas o Árboles.
Estos insectos son perjudiciales para nuestras plantas. Las orugas se alimentan de las hojas verdes de distintas plantas. Su proliferación causa daños en el jardín o el huerto.
Factores coadyuvantes
Las orugas se desarrollan desde la primavera hasta el otoño. En invierno, las larvas se transforman en crisálidas antes de convertirse en insectos en verano. Para ello, necesitan alimentarse. Y cuanto más crecen, más necesitan comer. ¿Su comida favorita? Capullos de flores, hojas, raíces y tubérculos.
Cuanto más suave sea el invierno, más larvas habrá: las bajas temperaturas reducen el número de gusanos y destruyen la puesta temprana de huevos.
Cómo funciona
Las orugas penetran en las venas de la planta perforándolas. A continuación, excavan galerías para subir de nuevo al capítulo. Esto socava el tallo. Por último, también pueden devorar las raíces.
Síntomas
Es difícil pillar a las orugas in fraganti. Aunque su tamaño las hace fáciles de detectar, suelen salir de noche. Sin embargo, dejan huellas de su paso. Una hoja carcomida tiene el aspecto de haber sido "deshojada". Hay cortes a lo largo de los bordes y entre las venas. A veces, sólo quedan las venas.
Al roer el follaje, algunas especies de orugas dejan manchas grises en las hojas. Las hojas se marchitan y se secan. Las hojas pueden enroscarse para protegerse. Si se observa con atención, se pueden ver deformaciones en el follaje, telarañas o galerías (túneles en los que se asientan las larvas).
Tratamiento
Puede combatir los ataques de orugas con varios remedios, incluidos los naturales.
La primera opción es rociar las hojas, los tallos y las flores con un repelente. Puedes hacer tu propia mezcla con vinagre blanco, jabón negro y agua. También puedes combinar aceite esencial de menta con un aceite vegetal neutro. Aunque estas soluciones preservarán tu jardín, tendrás que esperar unos días, o incluso unas semanas, antes de ver los primeros resultados.
Los jardineros ecológicos pueden utilizar productos a base de piretrina (una sustancia extraída de las flores del crisantemo o del pelitre de Dalmacia) o de Bacillus thuringiensis (una bacteria letal para las orugas de lepidópteros).
Cuando las orugas ya hayan invadido tu jardín y huerto, retíralas a mano y coloca posos de café al pie de las plantas para que actúen como repelente.
Cuando la invasión sea demasiado masiva, recurra a los productos contra las orugas que se venden en los centros de jardinería.
Hay algunas medidas preventivas que puedes tomar para combatir la aparición de orugas. La rotación de cultivos evita la concentración de las mismas variedades de plantas y limita su llegada.
Por último, los depredadores naturales siguen siendo una opción eficaz. Éstos contribuyen a regular el medio ambiente. Pájaros, roedores, arañas y erizos harán un trabajo notable. Para que se sientan a gusto en su jardín, proporcióneles un refugio adecuado (setos, árboles o casitas de madera diseñadas para este tipo de animales).